Entre los postres más antiguos y con mayor historia en Europa encontramos el Tronco de Navidad. Un postre proveniente de una tradición precristiana que se daba en las tribus germánicas y que posteriormente adoptó la Iglesia. La tradición consistía en la quema de un tronco de gran tamaño en cada hogar. El tronco debía arder durante un mínimo de 3 días hasta ser reducido a cenizas. Además en el proceso de quema el tronco se iba regando con vino, agua o aceite.
Esta tradición quedó paralizada en el siglo XIX debido a la extensión de las estufas, que sustituirán a las chimeneas de las casas en Europa. Aquí nace el Tronco de Navidad, postre que según se sabe tiene varios inventores de origen francés y cuyo origen escrito data de alrededor del 1860. En el principio se hacía con helado y mazapán, pero la receta ha evolucionado rápidamente hasta nuestros días.
La receta actual es más compleja y tiene varias versiones. Nuestro Tronco de Navidad se elabora con un bizcocho genovés suave y ligero, elaborado con materias primas de primera calidad y tratado por las manos expertas de nuestros maestros pasteleros. Turrón con merengue, nata y fresa o trufa con chocolate, ¿cuál es tu opción favorita? dejalo en los comentarios.
Auténtico, con tradición, arraigo y familiar. Así es nuestro Tronco de Navidad, y existen más de mil razones por las que no puede faltar en tu casa.